"Siempre nos quedará Lisboa"

"Siempre nos quedará Lisboa"

" Si yo tuviese el mundo en la mano, lo cambiaría, estoy seguro, por un billete para la Calle de los Doradores."  

Fernando Pessoa

"Santo Estevao" desde el mirador de Santa Lucía
Para celebrar nuestro XLII aniversario, elegimos este año una escapada a Lisboa.

25 de febrero

Casa-Badajoz-Estremoz

Hacía mucho tiempo que no visitamos Badajoz y decidimos que en este viaje, esta sería nuestra primera parada. Las consabidas "visitas" a páginas webs autocaravanistas y consultas a compañeros en diferentes foros, me deciden a estacionar en  el parking del supermercado Lidl, en la avenida de Damian Tellez Lafuente,  N 38º51.792´; W 6º58.363´. Sin duda  un buen sitio para dedicar unas horas a pasear por  el centro de la ciudad.
La lluvia que estas últimas semanas nos ha acompañado en Andalucía y Extremadura, ha hecho que la dehesa  esté especialmente hermosa. Encinas, quejigos y alcornoques, sobre un manto de prado verde,  forman uno de los  conjuntos más  característicos de bosque mediterraneo.
Torre de la catedral y ayuntamiento
Es lunes y los museos están cerrados. Optamos por pasear hacía la Plaza de España y allí, frente a la catedral, en una agradable terraza tomamos café. Continuamos el paseo hacia la Plaza Alta y deambulamos sin rumbo por calles y callejuelas del casco histórico. Se vá haciendo tarde y dejamos para otro día una detallada visita a La Alcazaba.
Volvemos a la autocaravana y nos dirigimos a Elvas con la intención de pernoctar en la "ciudad fortificada", recientemente declarada por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad. Multiples obras en los  accesos a la ciudad, hacen que finalmente nos decidamos a pernoctar en Estremoz.
Son algo más de las doce de la noche, las once en Portugal, y todavía hay actividad en el polideportivo. El magnífico parking junto al pabellón cubierto, supone una tentación para pernoctar; tras pedir permiso al sr. que está a cargo de las instalaciones, estacionamos la Ac. en lo que será  nuestra morada esta noche.
N 38º50.808´; W 7º35.512´.
Polideportivo de Estremoz

26 de febrero

Badajoz-Batalha

La noche no ha podido ser más tranquila. Tras dar las gracias al sr. del pabellón cubierto por habernos permitido pasar allí  la  noche, salimos para Batalha, nuestro próximo destino.
La IP2-E802 dirección Portalegre, es una mágnifica carretera con un buen trazado y un firme muy regular. A ambos lados, dehesa donde pasta el ganado y a ratos, tierras de labor. Entre Monforte y Portalegre, una agradable área de descanso,  supone una irresistible sugerencia a detenernos y estirar las piernas disfrutando de esta esplendida mañana.
Circulamos de paso por Portalegre, y en Tortios paramos a tomar un café en un bar-restaurante,  donde conversamos con un joven que habla un aceptable español, a fuerza de  atender a los multiples autobuses de españoles que van a Fátima.
Por esta zona, importantes extensiones de lo que un día lejano fue  dehesa, están ahora dedicadas a eucaliptos, materia prima de la industrtia papelera.  
La carretera serpentea hacia el profundo valle,  donde el Tajo forma el limite natural de estas  tierras del Alentejo. Cruzamos el río para enseguida incorporarnos a la autovía A23-IP6, y en una gasolinera, hacemos efectivo el peaje que recientemente se ha implantado en estas vías. En dirección a Abrantes, a medida que nos alejamos de las tierras "más allá del Tajo", el paisaje se va haciendo menos amable. Para nosotros el Alentejo tiene desde siempre un atractivo especial.  En Zimbreira dejamos la autovía para circular en dirección a Fátima por una carretera señalada a tramos en el mapa, con el color verde que indica "ruta pintoresca"; decisión no acertada por cierto, se trata de una carretera estrecha y con firme muy irregular.
Es mediodía cuando llegamos al área de autocaravanas de Batalha, N 39º39.678´, W 8º49.494´ donde haremos compañia a media docena de compañeros que ya estan aquí instalados. 
 
Área de autocaravanas de Batalha
Mientras Pilar prepara la comida, me acerco al monasterio para ver los horarios. No es la primera vez que venimos a Batalha,  pero el monasterio me sigue impresionando como el primer día que lo ví.



Monasterio de Batalha
Tras la comida,  un excelente café "pingado" disfrutando de las vistas en una cafeteria de la plaza, y enseguida la visita al interior del monasterio.  Todo el monasterio es de una belleza indescriptible,  aunque  mi preferida es sin duda, la Capilla del Fundador. Sentados en uno de los bancos, contemplando hacía arriba las estilizadas columnas, las vidrieras y por fin, el maravilloso cimborrio donde, desde esta distancia, parece como si la piedra tallada fueran delicados encajes.

Capilla del Fundador
Cimborrio de la capilla del Fundador
Paseamos por el claustro. En una de las estancias nos sentamos mientras vemos un documental que nos enseña algunos de los lugares más bellos de Portugal y para poner fin a esta tarde inolvidable, vamos hacia las "Capillas Inacabadas", magnífico colofón a la visita a uno de los monumentos que más me siguen cautivando en Europa.
Claustro del monasterio

Preciosa fuente en el claustro

El claustro y los jardines

Las Capillas Imperfectas

  27 de febrero

Batalha-Alcobaça-Obido-Lisboa

Vaciamos químico y grises, y llenamos el depósito de agua antes de abandonar esta magnífica área de Batalha. Todavía con el recuerdo de la tarde que ayer pasamos visitando el monasterio, circulamos en dirección a Alcobaça. Estacionamos en el parking, N 39º32.950´, W 8º58.491´, junto a otras dos Rápido que aquí esperan la vuelta de sus dueños, y caminamos despacio hacía el monasterio.
Parking de Alcobaça

Le había prometido a Pilar que hoy desayunariamos en la cafeteria Don Pedro, donde ya habíamos estado en alguna ocasión con nuestros amigos Jesús y Juani. Es esta una deliciosa cafeteria, decorada con unos bonitos azulejos azules y donde, al tiempo que se saborea un excelente café, se pueden degustar unos exquisitos pasteles,  elaborados en la propia casa según las recetas de la reposteria de la región.  

Monasterio
Nave central de la iglesia
El monasterio de Alcobaça alberga en su seno la iglesia más grande de Portugal. En realidad, todo en él resulta grandioso. Frente a la delicadeza de la Capilla del Fundador de Batalha; en Alcobaça la rotundidad, la "desnudez" de su arquitectura, es un exponente más de la austeridad de la orden del Cister.
En el crucero, los túmulos funerarios de D. Pedro y Doña Inés, dan testimonio de su historia de amor.
Sala de la coronación de D. Enrique
Paseamos por el claustro, nos detenemos en la monumental cocina presidida por una enorme chimenea y donde nuestras palabras, se ven acompañadas por el eco de los sonidos del agua que cae en los aljibes.

Un rincón del claustro
Salimos del monasterio, damos un paseo por las calles del pueblo  y vuelta a la autocaravana para, camino de Lisboa, detenernos  en  Óbido.

Óbido desde la muralla
Anochece cuando la voz impersonal de nuestro tomtom resuena en nuestros oidos "ha llegado a su destino". El destino hoy es una vez más, y van..., el camping Monsanto en Lisboa.

28 de febrero

Lisboa

28 de febrero, nuestro día por un doble motivo; aniversario de boda, este año el XLII, y porque es el día de Andalucía. Además estamos en Lisboa, una de nuestras ciudades preferidas.
Luce el sol, parece que va a hacer un buen día, no obstante preparamos la mochila con un par de pequeños paraguas plegables y, junto con dos parejas de jubilados franceses, vamos a la parada para subir al bus 714 que nos llevará a Belem.
No descubro nada si digo que hay dos clausatros en la peninsula Ibérica que son especialmente bellos;  Santo Domingo de Silos y los Jerónimos de Belem.
Esta mañana nosotros estamos en los Jerónimos 
El claustro de los Jerónimos en Belem


Tumba de Fernando Pessoa

Uno no se  cansa de pasear por esta maravilla. Cada arco; cada columna, los jardines, todo en fín es de una delicada perfección.
El refertorio
El claustro desde el piso superior

La iglesia

Volvemor a tomar el bus 714, ahora hasta la Plaza del Comercio. Lamentablemente están restaurando, tanto la estatua del rey José I que preside esta imponente plaza, como el Arco da Rua Augusta, por donde se accede desde la Baixa. Así y todo, "la plaza más grande de Europa" como les gusta calificarla a los portugueses, es un esplendido conjunto de edificios porticados abierta al sur sobre el Tajo y el Mar de la Paja.
El "Mar de la Paja". Al fondo, el puente XXV de abril
Es la hora de comer y como en otras ocasiones en que a esta hora hemos estado por la Baixa, vamos a una cafetería/pastelería/restaurante donde ponian un bacalao realmente exquisito. Nuestro gozo en un pozo, el establecimiento ha sido sustituido por otro de comida rápida, así que un poco precipitadamente nos sentamos a comer en un típico restaurante para turistas que, no está mal pero no es lo mismo.
Un paseo de sobremesa por la Baixa hasta Rossio y de allí, a Restauradores para tomar el elevador de Gloria y subir al Barrio Alto.
Elevador de Gloria
En el Barrio Alto, obligada parada en el mirador de San Pedro de Alcantara, desde donde se disfruta una de las vistas más bonitas de Lisboa.

El castillo de San Jorge desde el mirador de San Pedro de Alcantara
Luego, paseo por el Chiado, sin prisas, hasta la Baixa para volver a tomar el bus 714 y concluir este maravilloso día en Lisboa.
De vuelta a "casa", nos encontramos, tal como habiamos previsto, con nuestros entrañables amigos Eduardo y Jesús. Los dos, con sus respectivas Acs. viajan sólos; Eduardo porque Lola, su esposa con la que compartimos en 2.011 un inolvidable viaje a las Repúplicas Bálticas, desgraciadamente falleció hace unos meses. Jesús porque Juani, por razones familiares, no le ha podido acompañar en esta ocasión.

1 de marzo

Lisboa

Anoche cenamos los cuatro en "casa Pilar" y esta mañana nos disponemos a hacer nuestra enésima incursión por esta cautivadora ciudad.
Es curioso, los cuatro hemos estado en varias ocasiones en Lisboa; sin embargo cada uno ha visto algún rincón que a los demás les ha pasado desapercibido; o bién, que habiendo reparado en él, cada uno lo hemos visto de diferente manera. Desde Restauradores, hacemos el paseo en sentido inverso a como lo hicimos ayer Pilar y yo, y caminamos hasta la plaza del Comercio. Desde aquí, hacia la Catedral y luego el mirador de Santa Lucía.

Simpática fotografía de camino hacia la Alfama

Café en el mirador de Santa Lucía
Hace un día esplendido que invita a perderse por las calles de La Alfama. En este antiguo barrio de pescadores, de olores y colores característicos, parece como si en cada calle, en cada plaza resonara el eco melancólico de un fado. Una mañana paseando por La Alfama, sin prisas y con una más que magradable compañia, es una experiencia única. Así ha sido para nosotros esta mañana en Lisboa.


Las "Escandinhas" de San Miguel en La Alfama
Comida en el primer piso de un restaurante con vistas a la plaza de Rossio y por la tarde, café en el Chiado.
En fín, emulando a Bogart en Casablanca, "siempre nos quedará Lisboa".

2 de marzo

Lisboa-Évora-Monsaraz

Salimos de Lisboa por el puente 25 de abril. Nuestra intención es ir a Évora, comer algún plato típico  alentejano, y ya por la tarde, ir a pernoctar a Monsaraz. . Como queremos aprovechar el día,circulamos por la autopista de peaje y en Évora estacionamos las Acs. en N38º34.604´, W7º54.683´; parking situado en el exterior de la muralla.
La Porta de Avis es en esta ocasión, nuestro acceso a la ciudad amurallada. Los restos del templo Diana, son la evidencia del pasado romano de la ciudad.

Templo de Diana
El paseo nos ha abierto el apetito y por una vez y sin que sirva de precedentes, hacemos caso omiso del colesterol y nos damos un homenaje alentejano. Una original forma de servir las migas sobre una teja.

Migas alentejanas
Después de comer, un paseo que "ayude a hacer la digestión" y vuelta a las autocaravanas para dirigirnos al último destino de este bonito viaje; Monsaraz. Salimos de Évora por la IP2/E802 para enlazar con la N256. Una vez más comprobamos lo útil que son las emisoras cuando se viaja en grupo y disfrutando de la conducción por estas carreteras entre encinas, ganado y tierras de labor, llegamos a Reguengos de Monsaraz, para enseguida dejar la N256 y girar a la izquierda para "trepar" hasta Monsaraz.
El Guadiana desde Monsaraz
Antes de instalarnos en el aparcamiento reservado a autocaravanas, nos detenemos en el esplendido mirador desde el que se domina el cauce del Guadiana y el embalse de Alqueva. La luz del atardecer, la vegetación, el agua, forman un conjunto bello y relajante.
El valle del Azebel desde Monsaraz


En un bar junto al castillo, tomamos una merienda casi cena y deambulamos un rato, caminando por estas calles empedradas flanqueadas de casas blancas.
Anochece

En el castillo de Monsaraz
Autocaravanas en Monsaraz
El parquing de autocaravanas N 38º 26.614´, W 7º21.889´, resulta ideal para pernoctar.  Una larga charla con nuestros buenos amigos Eduardo y Jesús, pone fin a este viaje con el que hemos celebrado nuestros "primeros" cuarenta y dos años juntos. Mañana volveremos a casa y pasado mañana empezaré a preparar nuestro próximo viaje; el de Semana Santa. Aunque como siempre, será Jesús quien vuelva a sorprendernos con su acierto a la hora de preparar viajes en autocaravana.