Perigord



  Viaje al Perigord

El Dordoña desde el Belvédère de  Domme

22 y 23 de marzo

"El viaje"

¡Cuantas veces habremos pasado por estas tierras de Aquitania practicamente sin detenernos!. Para la Semana Santa de este año, les propusimos a Eduardo, a Jesús y a Juani que nos gustaría hacer una ruta por el Perigord. Aunque ellos ya habían viajado por esta región, una vez más dando muestras de solidaridad auocaravanista, se avinieron a emprender este viaje, que como todos los que hacemos, ha resultado esplendido.
Salimos algo más tarde de lo que inicialmente habíamos previsto, y nos encontramos con Juani y Jesús en la venta El Culebrin, llegando a Monesterio. Eduardo por su parte, había salido el día anterior y convinimos que nos encontrariamos en ruta. La previsión era llegar hasta Vitoria o, al menos a Palencia; de un lado la lluvia y de otro la dolorosa jaqueca que vengo padeciendo los dos últimos días, nos hace pernoctar en el camping Olimpia, N 41.05774615º; W 5.54556369º entre Salamanca y Tordesillas.
Cena y agradable charla con Fernando, antiguo profesor que ahora ya jubilado, echa una mano a sus hijos en las tareas del camping.
La noche ha sido tranquila. El sueño y los analgésicos han podido con la jaqueca y por la mañana ha desaparecido el dolor de cabeza.
Salimos temprano, cuando el sol todavía no ha hecho desaparecer el manto de rocio que cubre el incipiente trigo en estos campos de Castilla. Las crecidas aguas del Pisuerga, el Carrión, el Duero, como ayer nos ocurriera con el Almonte y el Tajo, son testigos vivos del lluvioso invierno que hemos tenido.
En un área de servicios de la AP 1, nos encontramos con Eduardo, y ya las tres autocaravanas, ponemos rumbo a Francia.
1ª comida en Francia
El tiempo  ha dado un giro de 180º; la lluvia de ayer se ha tornado en un día esplendido, luce el sol y la temperatura es agradable. Camino de Mont de Marsan, parada en un área para preparar café en las autos y charla  con dos camioneros italianos que van camino de Burgos.
Anochece cuando iniciamos un "peregrinaje" de más de dos horas hasta encontrar un sitio adecuado de pernocta. Finalmente, ya bien entrada la noche, al borde de la N524, nos instalamos en el área de camping Car de Beaulac N 44°22'10.18"; W 0°14'35.34".

24  de marzo

Beulac - Castelmoron - Sainte Foy la Grand - Perigueux

Lo tardío de la hora cuando llegamos, el cansancio que  hizo que nos fueramos enseguida a dormir y la cerrada oscuridad de la noche, nos impidieron darnos cuenta de donde estábamos. Muy de mañana comenzamos a oir conversaciones alrededor de las autocaravanas y cuando abrimos la puerta, ¡sorpresa!, estamos junto a un río donde esta mañana decenas de aficionados se disponen a participar en un concurso de pesca.

Área de Beaulac

Simpática foto de Eduardo en la cantina de los pescadores
Cruzamos el Garona a la altura de La Reole y circulamos hacia  Perigueux. En esta zona,  hemos previsto una parada en Castelmoron, "el más pequeño pueblo de Francia", según la etiqueta de los pueblos más bellos de Francia. Jesús, preparando el viaje, ha encontrado aquí una zona minimamente despejada que nos permite estacionar las tres acs. mientras damos un paseo por sus calles. N 44º40´48.63; W 0º0´41.65
"El pueblo más pequeño de Francia"
La siguiente parada camino de nuestro destino para hoy, será Sainte Foy la Grand.
Desde el  área donde estacionamos N 44º50´32.07, W 0º12´32.93, hasta el centro de la villa, hay un paseo por la orilla del Dordoña que esta mañana resulta más que agradable.
Juani a orillas del Dordoña, al fondo Sainte Foy la Grand
Casas entramadas en Sainte Foy la Grand


El grupo de viajeros
Sentados en la terraza de una cafeteria en la plaza, entablamos conversación con un sr. verdaderamente singular; cuando le hacemos notar su dominio del casatellano, nos comenta que su esposa es dominicana y viven seis meses al año en La Martinica, los otros seis los reparte entre esta zona de Francia para ver a su familia, y la Laponia finlandesa donde pasa los veranos. Como despedida, se acerca a una boulangerie cercana y nos obsequia con un dulce típico de la región.
Volvemos a las autos y reemprendemos la ruta cuando empiezan a cortar al tráfico en algunas calles por donde, a lo que parece, pasará una cabalgata de carnaval.
Ya sin más dilación, nos dirigimos a Perigueux. El área de autocaravanas de esta bella ciudad en el corazón del Perigord, es sencillamente esplendida; situada en una zona tranquila a orilla del rio Isle, tanto su situación como sus instalaciones, la hacen ideal para visitar la ciudad. N45°11'14.70",  E0°43'52.06"


Arroz en "Casa Pilar", hoy en Perigueux
Despues de una esplendida comida acompañada de cruzcampo fresquita, paseamos por la orilla del Isle en dirección al centro de la ciudad.



Las cúpulas "bizantinas" de la catedral,  la diferencian notoriamente de las catedrales góticas o románicas de la mayoria de ciudades europeas. Desde la orilla opuesta del río, se disfruta de una vista esplendida  del casco antiguo de Perigueux presidida por su inconfundible catedral.
Perigueux desde el Isle


25  de marzo

Perigueux - Saint Jean de Côle - Saint Armand de Coly - Saint 

León sur Vézère

Por la mañana, un amable empleado del ayuntamiento pasa por las autocaravanas para cobrar el precio de pernoctar; se pagan gustosos los 5€ a cambio de disfrutar de estas magníficas instalaciones.
Vaciamos químico y grises y reponemos agua potable y despues de un desayuno a base de pan recien hecho que Jesús y yo hemos traido de una boulangerie cercana, emprendemos la ruta para hacer una breve incursión en el Perigord Verde.
Saint Jean de Côle, nuestro próximo destino es  un pueblo encantador. Pequeño, con calles estrechas jalonadas de casas entramadas, y con una plaza flanqueada por el castillo de la Marthonie del siglo XII y la iglesia románica-bizantina de San Juan Bautista.
Área de autocaravanas de Saint Jean de Côle
Como es frecuente a lo largo y a lo ancho de toda Francia, aquí también encontramos una magnífica área de autocaravanas. N45°25'11.16", E0°50'26.33"               



La iglesia y el castillo, a uno y otro lado de la plaza
Disfrutamos de un agradable paseo hasta el río, donde la tenue luz de la  mañana nos obsequia con unas bellísimas vistas del Puente Viejo.
Viejo puente y la casa del molinero
Iglesia de San Juan Bautista
En el puente nuevo con el pueblo al fondo
Despues del consabido café,  nuevamente en ruta. Desandamos el camino hasta Thiviers y por la D707 abandonamos esta breve incursión por el Perigord Verde para adentrarnos en lo que será la parte sustancial de este viaje: el Perigord Negro.
Va siendo casi mediodía y el sol aún no despejado las nieblas matinales. Inmensos bosques de robles y nogales, gigantes de hoja caduca, aparecen a uno y otro lado de la carretera dando un aire melancólico a estos parajes.
Circulamos ahora por la D77, carretera con buen firme y un trazado cómodo y en Excideuil tomamos la D76. Cruzamos el Vézère por Condat sur Vézère y en Coly, ante la duda de que las acs. puedan pasar por una calle que en principio nos parece angosta, Pilar se adelanta caminando para comprobar que no habrá problemas. Llegamos a parking de Saint Armand por una carretera sumamente estrecha pero afortunadamente, con muy escaso tráfico. N45º3´46.91"; E1º14´44.47"


Parking en Saint Armand de Coly
Comemos en "casa" y nos disponemos a pasar la tarde visitando este peqieño pueblo que cuenta con una abadía del s. XI verdaderamente monumental.
Juani junto a un pozo medieval
 Según nos vamos acercando a la abadía, más nos va impresionando.

Va atardeciendo cuando damos por concluida la visita a la abadía recorriendo sus alrededores,  y nos sentamos en el único establecimiento abierto en el pueblo para reponernos con una agradable merienda.

Saliumos de Saint Armand de Coly para dirigirnos a Saint León sur Vézère, nuestra pernocta para esta noche.
Circulamos  hasta Montignac donde volvemos a encontrarnos con  el Vézère.
Para pernoctar , despues de varias noches de áreas, Jesús ha previsto el Camping Le Paradise N45º0´5.59"; E1º4´15.32". Aunque el camping aún no está plenamente abierto al público, de hecho lo están preparando  para abrir el fin de semana,  nos permiten alojarnos y disfrutar de sus instalaciones practicamente para nosotros sólos.
Cena y larga tertulia de sobremesa que gira, en gran medida, sobre lo que a cada uno nos ha sugerido este primer contacto con el Perigord y sobre todo la visita a la abadía de Saint Armand.

26  de marzo

Saint León sur Vézère - Sarlat la Caneda - Rocamadour

Saint León sur Vézère es un pueblo de apenas quinientos habitantes, situado a orillas del río. El agadable paseo   por sus calles, nos lleva hasta la iglesia; consagrada a Saint León. Se trata de una construcción sencilla, austera pero a la que sus absides dotan de una bella armonía.
Iglesia de Saint León

A orillas del Vézère

Desayuno en Saint León

En poco más de media hora, transitando primero por la D706 y luego por la D47, recorremos los treinta kmts. que nos separan de Sarlat la Canéda. Sarlat, la capital del Perigord Negro,  es punto y aparte. Magnificamente restaurada y conservada; el casco antiguo de la ciudad   sirvió de primera experiencia de aplicación de la Ley de conservación que Malraux, a la sazón ministro de cultura, impulsó en los años sesenta. Fruto de ello y del celo de vecinos y autoridades, son estas casas, calles y plazas entre los que uno casi se siente transportado a la Edad Media.
Uno de los muchos rincones que caracterizan la ciudad
La ciudad ha sabido mantener la esencia de los sucesivos estilos arquitectónicos que la han configurado a lo largo de la historia. En general, los muros estan construidos con piedra caliza color ocre y las cubiertas, muy originales, de pequeñas y gruesas losas negras,
Al fondo, el campanario de la catedral




Interior de la catedral
La catedral de Saint Sacerdos está construida, en parte, sobre la antigua abadía benedictina que dió origen a la ciudad.
Agradable comida en un centrico, pero no caro, restaurante y vuelta a las autocaravanas para dirigirnos a Rocamadour.
Por recomendación de Jesús, hemos previsto una pequeña escapada fuera del Perigord para visitar este singular enclave, castillo, santuarios y pueblo, situado  sobre la escarpada pared rocosa del cañón del río Alzou.

El Dordoña
Circulamos por la D704 hacia el valle para encontrarnos nuevamente con el Dordoña. La carretera serpentea paralela  al río que aparece y desaparece ante nuestros ojos.  Dejamos atras Pinsac y  por un bellisimo paraje, cruzamos el río para abandonarlo momentaneamente y  pasados unos kmts.,"trepamos" hacía Rocamadour.
El parking del castillo es un excelente lugar para pernoctar. N44º47.966´, E1º36.966´.

Aprovechamos las pocas horas de luz que le quedan al día, y junto a una joven pareja de autocaravanistas leoneses que viajan en una Knaus como la de Jesús y Juani, bajamos caminando hacia el pueblo. El caminar, necesariamente pausado, nos depara impresionantes y bellisimas vistas, tanto del pueblo y del acantilado donde los edificios parecen estar colgados, como del cañón con el río al fondo.
El acantilado desde la explanada de las iglesias


Pilar en la explanada de las iglesias

Queremos tener esta tarde un primer contacto y dejamos para  mañana  una visita más detallada. Nos detenemos en la explanada de las iglesias, bajamos la impresionante escalinata que dá acceso al pueblo y paseamos por su única calle abarrotada de comercios y bares y ya, cuando comienza a atardecer, regresamos a las autos.
Atardeciendo en Rocamadour

Antes de cenar, los amigos leoneses nos traen un plato de excelente cecina de su tierra.
La primera visita de la mañana es a la zona del castillo que es visitable. El castillo, situado en la parte más alta del acantilado, ofrece al visitante un atractivo singular; un paseo por el paso de ronda de la muralla desde donde se contemplan unas vistas indescriptibles.

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Sobre la muralla del castillo
Ayer bajamos caminando hacia el pueblo, hoy optamos por usar el ascensor que une este con la explanada de las iglesias.  Dedicamos la mañana a una visita más pausada; en Notre Damme, iglesia consagrada a la Virgen Negra, objeto de veneración para miles de peregrinos desde la Edad Media, observamos la espada  clavada en la roca que la leyenda atribuye al heroe Roldan; y volviendo a bajar los peldaños de la formidable escalita, la vista espectacular de pueblo, monaterio y castillo desde abajo.

Rocamadour al fondo

27  de marzo

Rocamadour - Domme - Beynac et Cazenac

Es casi mediodía cuando volvemos a las autos  para recorrer los poco más de 50 kmts. que nos separan de Domme. Una vez más nos sorprende la mágnifica área de autocaravanas con la que nos acoge este pequeño pueblo.
Area de Domme
 
Comemos y enseguida caminamos hacía la ciudad. La Puerta de las Torres, en otro tiempo prisión para Caballeros Templarios que dejaron aquí sus huellas en formas de grafitis, se abre en la muralla para darnos acceso a un entramado de calles que formaron la bastida.
Puerta de las Torres

Casas en Domme
Domme es sin duda una pequeña ciudad muy bonita. Calles que se adaptan al terreno y jalonadas de casas de piedra, suponen un atractivo por si misma; pero  lo que más me ha impresionado son las bellisimas vistas que,  desde el Bervédère de La Barre se pueden observar sobre el valle del Dordoña.
En el Bélvèdere La Barre
El Dordoña desde Domme
Atardece cuando dejamos estas vistas sobre el Dordoña y nos dirigimos hacia Beynac et Cazenac. Obras en la carretera hacen que los apenas diez kmts. que indica nuestro navegador, se conviertan en casi treinta. Nuestra intención es pernoctar en Beynac para mañana visitar La Roque y Castelnaud; finalmente las dichosas obras nos hicieron desistir de ir a La Roque.
El parking en Beynac resulta apropiado para visitar el pueblo y tranquilo para pernoctar. N44°50'40.15"; E1°8'43.71".

Beynac et Cazenac
El pueblo, situado en la falda de un promontorio sobre el que se asienta el castillo, que por cierto está en plena restauración, resulta muy agradable. Casas de piedra sobre calles adoquinadas que parece como si treparan dsde el río, forman un atractivo conjunto.


Anochece sobre el Dordoña

28  de marzo

 Beynac et Cazenac-Castelnaud la Chapelle-Saint Cyprien-Limeuil

Apenas diez minutos nos separan de nuestro próximo destino; Castelnaud la Chapelle. En principio estacionamos en un excelente parking a orilla del río N44º48´48.17"; E1º8´48.15", y desde aquí Jesús sube en avanzadilla para con su habitual pericia encuentra una pequeña explanada, N44.813768º; E1.144985º más cerca del pueblo, que nos evita subir a pie unas empinadas cuestas.
Parking en Castelnaud
Agradable paseo por este pequeño pueblo que conserva todavía un cierto aiere medieval. En una especie de paso cubierto abierto en las casas entre dos calles, dos profesoras imparten a sus jóvenes alumnos una clase práctica de historia.
La fina lluvia que nos acompaña a ratos, no nos impide disfrutar de esta mañana. Subimos hasta el castillo; volvemos a maravillarnos con las vistas sobre el río, tomamos café en una pequeña y deliciosa placita y, ya casi a mediodía volvemos a las autos para seguir nuestra ruta.
Castelnaud la Chapelle

Saint Cyprien es otro pueblo ribereño del Dordoña y distante de Castelnaud apenas 15 kmts. Volvemos sobre la ruta de ayer, ahora en sentido contrario hasta Beynac et Cazenac, y bordeando el rio por la D703 llegamos a otra de las mágnificas áreas de autocaravanas que abundan en toda Francia. N44º52´6.53",E1º2´37.23"; en este caso, a las habituales bornas para toma de agua potable y descargas de grises y químico, hay que añadir sendas tomas de electricidad.
Área de Saint Cyprien
 
 No sé si porque es Semana Santa o quizás esto es lo habitual en este pueblo, cruce de caminos entre las rutas del Vallle del Dordoña y el Valle del Vézère, pero lo cierto es que casi no se  ve un  alma por las calles; a duras penas encontramos un establecimiento abierto para tomar café,  y despues de dos intentos, por fin encontramos una oficina de turismo,  donde nos proporcionan un folleto que incluye una ruta a pie por la población.
Seguimos nuestra ruta, ahora hacia el encuentro del  Dordoña y del Vézère; Apenas 18 kmts. y nos despediremos de este río que da nombre a uno de los más bellos valles que yo había visto.
En Limeuil estacionamos las autos en un amplio parking, N44º53´3.25"; E0º53´27.75",  al pie de una ladera por la que discurre un sendero que nos permite subir al pueblo evitando un rodeo.


Parking en Limeuil


Pilar y Juani por el sendero que lleva al pueblo
Entramos a la población por la parte alta, desde un bonito parque y mientras paseamos por sus calles, caminando hacia el cauce del río, nos encontramos con una agradable pareja de navarros con los que comentamos nuestras andanzas por su tierra en la pasada Semana Santa,  haciendo un singular Camino de Santiago en autocaravana.
El principal atractivo de Limeuil es, para nosotros, las magníficas vistas que nos ofrece el encuentro del Vézère y el Dordoña; para hacerlo todo todavía más bucólico, una familia de cisnes nada majestuosamente por estas tranquilas aguas.

A orillas del Dordoña que acaba de recibir las aguas del Vézère
 
Para pernoctar, Jesús ha elegido el camping Le pont de Vicq, apenas a cinco kmts. de Limeuil.
Tomando las debidas precauciones dado lo blando del terreno que amenaza con dejar alguna auto atascada, estacionamos a orilla del río.
Mañana Juani y Jesús irán a la Dune de Pilate a encontrarse con su sobrina y Eduardo y nosotros acometeremos el último día de este esplendido viaje.

29 de marzo

Limeuil-Belves-Monpazier

La noche ha sido tranquila, sólo a ratos, una lluvia suave que no perturba nuestro sueño. Muy de mañana Jesús y Juani se han ido; desayunamos con Eduardo en la autocaravana y despues de despedirnos de la amable señora que atiende la recepción, ponemos rumbo a Belves.
Estacionamos en un amplio parking que a lo que parece, están transformando en área para Acs. N44º46´38.80"; E1º0´25.38". Nos volvemos a encontrar con la joven pareja alemana que conocimos en el área de Domme y despues de saludarlos, caminamos hacia el centro del pueblo.
Belvès está incluido, con todo merecimiento, en la etiqueta de "Pueblo más bello de Francia".

La Halle. El mercado medieval
Especial interés tine "La Halle", corazón de la actividad económica medieval,  extraordinariamente bien conservado y restaurado.
Precisamente aquí, en la Plaza del Mercado, nos sentamos en una terraza a tomar el consabido café de media mañana

Hemos dejado atrás el valle del Dordoña, nos vamos alejando del Perigord y nos prometemos volver en otro viaje por estos pueblos cargados de historia, donde la gente todavía acogen al forastero con sonrisa y gesto amable.
Ahora si,  nuestro proximo destino será el último pueblo de este inenarrable viaje: Monpazier.
El área de Monpazier N44º41.148´; E0º53.623´nos acoge como antes lo hicieran tantas otras a lo largo del viaje. Que lástima que muchos regidores de ayuntamientos españoles,  no entiendan que con una pequeña inversión se facilitaría  la estancia a los viajeros autocaravanistas, lo que sin duda repercutiria en la actividad económica, social y cultural de sus municipios. 
Área de Monpazier
Monpazier es un claro exponente del  urbanismo que supusieron las bastidas. Todo se desarrolla alrededor de la Plaza del Mercado y sus calles, perpendiculares entre sí, forman un caracteristico entramado de bloques de viviendas.



Monpazier, digno colofon a este maravilloso viaje, nos despide hasta otra ocasión; algo más de 250 kmts. nos separan de Cap Breton donde volveremos a encontrarnos con nuestros queridos compañeros de viaje Jesús y Juani.
Área de Cap Bretón

Fuerte viento en la playa

Volviendo a la Ac. Preludio de la vuelta a casa
Cuando lleguemos a casa, habrán sido  diez esplendidos días de viaje. Increibles parajes por los valles del Vézerè y el Dordoña; preciosos pueblos que nos transportan a la Edad Medía, monumentos de indudable interés... y Sarlat la Caneda.